Por Claudio Pulgar Pinaud, Académico INVI (@cpulgarpinaud)

(((OR))) Observatorio de la Reconstrucción

Lamentablemente la interpelación por la Reconstrucción realizada a la Ministra de Vivienda y Urbanismo Magdalena Matte el pasado lunes 20 de diciembre a través del diputado Juan Carlos Latorre (DC) fue una oportunidad desperdiciada. No se discutieron temas de fondo y estructurales del  proceso de reconstrucción a 10 meses del terremoto del 27F.


De tan poca profundad fueron las preguntas y respuestas que hasta diputados de la propia Concertación cuestionaron el proceder de Latorre durante la interpelación. La Ministra tampoco se salva, porque muchas de sus respuestas fueron pobres e inseguras. Los principales temas discutidos los podríamos agrupar en 3 grandes áreas:

-Cantidad de damnificados: se discutió si la cifra oficial de 370.000 familias damnificadas correspondía con la cantidad de subsidios prometido por el MINVU que se ha fijado en 220.000. La pregunta de Latorre fue que pasa con los 150.000 restantes, cosa que fue respondida por la Ministra de que no serían “vulnerables”, y que no se podía  según la ministra porque “no les vamos a reponer a los empresarios sus casas de 500 metros cuadrados”. Tremendo error de foco.

-La participación de los municipios en la entrega de los subsidios: el tema podría haber sido potente, pero se quedó corto, Latorre preguntó sólo del rol de los Municipios en la gestión de los subsidios. No hubo discusión en torno a los verdaderos actores que han sido marginados del proceso de reconstrucción: los habitantes, la ciudadanía, la sociedad civil en general. Tampoco se cuestionó el rol preponderante que ha tenido la empresa privada causando graves conflictos de intereses en muchos territorios.

-La verdadera cantidad de subsidios que se han entregado: según el gobierno100.000, según Latorre imposible. Claramente es difícil dimensionar la cantidad real de subsidios adjudicados, ya que muchos hasta el día de hoy están sin nombre, es decir, sin destinatario real, aunque se están contando como adjudicados. Casos como más de 100 subsidios asociados a un solo rut, o grupos de subsidios entregados a los dirigentes de comités sin que se hayan definido exactamente las familias favorecidas.

Faltó una discusión profunda sobre el rol de los actores sociales, sobre la inexistencia de un plan nacional de reconstrucción, sobre la implementación de planes territoriales con participación ciudadana vinculante y no sólo proyectos gatilladores como son los actuales PRES.

Para qué hablar de plazos o metas. Menos se discutió de superar el enfoque subsidiario en las políticas habitacionales o de generar una política urbana y de suelo capaz de recuperar las plusvalías del desarrollo urbano y de impedir la expulsión de los más pobres a la periferia. Nada se dijo sobre instalar el ordenamiento territorial y pasar a un enfoque de políticas públicas basadas en derechos humanos, como el derecho a la vivienda o el derecho a la ciudad, que no entiende a los individuos o familias como beneficiarios, sino que como sujetos de derechos, es decir, protagonistas de los procesos.

Quedó claro que Concertación y Gobierno (Alianza) están de acuerdo en el modelo, y lo único que les preocupa son números más o menos de subsidios entregados. Lamentable por nuestra clase política, ya que demuestra una vez más que nuestros Diputados y Ministros no manejan profundamente los temas sobre los que legislan o gobiernan.

No todo es tan terrible, se abre una oportunidad: es el momento para que las voces la ciudadanía y la sociedad civil se articulen y levanten propuestas alternativas más democráticas y emancipadoras. Ejemplos ya tenemos en Talca, Villa Olímpica, Barrio Yungay y otros territorios.

Columna Original en Observatorio Reconstrucción Universidad de Chile

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